La gran mayoría de las victorias de los deportistas sucreños no son resultado de un trabajo planificado de los institutos para el deporte departamental y municipales, son producto de condiciones innatas desarrolladas en condiciones socioeconómicas adversas y en escenarios en malas condiciones. Se volvió costumbre escuchar de los responsables de estos entes "no hay plata", "para la próxima" o "esto es lo que hay". Los presidentes de Liga se casan de pagar plantón frente a Indersucre o su par de Sincelejo, con una carpeta llena de requisitos, sabiendo de antemano cuál será la respuesta. La formación a los deportistas de alto rendimiento es casi inexistente en Sucre. A partir de los 14 años, e incluso antes, los atletas renuncian a vestir de locales, y se ponen la camiseta de otro departamento, que los apoya y al que le dan glorias. La mayor demostración de lo expuesto anteriormente son los Juegos Deportivos Nacionales: van 21 años de la última medalla de oro. Tampoco fueron la excepción los Juegos de Mar y Playa, en los que el departamento finalizó en la casilla 12 de la tabla de medallas.