Nadie discute que el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en Colombia tiene un tinte internacional y que por eso se ofrecieron 2 mil millones de recompensa por quien ayude a dar con el paradero de los sicarios. Una situación muy distinta a lo que se ofreció por dar con la identidad de quienes hicieron daños materiales en Sucre y Córdoba durante el paro. La recompensa fue de 20 millones de pesos.
De seguro el primer caso se va a resolver de manera rápida, pero también es casi seguro que para atrapar a los terroristas que nos infundieron miedo y que quemaron vehículos va a ser un poco más lento. No es que estemos pidiendo que se baje la recompensa por los sicarios del fiscal, lo que pretendemos es que se aumente la que hay por los delincuentes que operaron en Córdoba y Sucre, para que toda esa zozobra y miedo de muchos en esos cuatro días no quede en la impunidad. Hay que exigir que estos dos casos se resuelvan y que con la ayuda de la comunidad junto con las autoridades trabajen de la mano a fin de lograr el objetivo trazado. Debemos apoyar a nuestra fuerza pública, sobre todo en estos momentos.